Nuestro aquelarre

26 de mayo de 2010

Ideas Revueltas



En ese momento Seth ya no estaba seguro de nada, quiero decir, la noche anterior el aseguraba que odiaba a Carolina, la había elegido como el chivo expiatorio de lo sucedido con Emma y Charles y no tenía idea de cómo había terminado asi; despertando con ella a su lado.




La mañana fue buena al principio, ella estaba hermosa, angelical al despertar y si bien existieron roses al principio Seth se sentía cómodo con ella, y no un tipo de comodidad monótona sino una comodidad buena, interesante.


La llevaba a su casa y parecía molesta, muy molesta.


Seth se debatía entre dejarla asi y no revolverse más a sí mismo o preguntar pero al final la curiosidad gano.


-¿Qué tienes?-intento ser amable-estas muy callada-.


Ella respondió al instante.


-no tengo nada-negó pero su rostro decía lo contrario-estoy perfectamente bien-.


-supongo que entonces nos veremos pronto-tal vez era su imaginación, asi que sonrió como si nada pasara mientras concluía la frase-muy pronto-.


-¿seguro?-dudo Carolina, formando un mohin-pensé que esto se me pasaría ya pronto-.


-si-él le contesto-, ya te acostumbraras-.


-¿acostumbrarme?-no parecía entender-pero…


Entonces lo capto ¿Cómo podía ella creer tal cosa? No, no era eso lo que había pasado entre ellos.


-¿Carolina?-dijo indignado-¿creíste que ya no quería verte más? ¿Qué fue algo de una noche?


Asintió con la vista baja, rehuyendo su mirada.


-escúchame bien-dijo él mientras le alzaba la cara para que lo viera directamente a los ojos-una cosa es que no pueda comprometerme ahora pero me interesas, me interesas demasiado-.


Bien, esa era una buena respuesta después de todo porque si no le podía asegurar nada muy largo ni formar compromisos lo cierto era que ella le gustaba demasiado, que le removía cosas en su interior y por el momento al menos no quería dejarla ir.


-¿entonces estaremos juntos?-era directa y eso le gustaba aun mas-.


El no podía asegurarle nada, en primer lugar por el simple hecho de que eran a pesar de todos los supuestos "tratos" enemigos naturales. No era común, ni normal que quisieran estar juntos y acarrearía muchos problemas en el futuro, pero verla ahí, recordar lo destrozada que la había encontrado la noche anterior y pensar en todo lo que había pasado por ese estúpido de su novio no le hacía ninguna gracia.


Además de todo el había sido rudo con ella y aun asi no pudo detenerse cuando lo beso. El sabía que estaba mal pero el deseo era más fuerte que su razón, era como si Carolina fuera un imán y el fuera un simple clip, no tenia oportunidad de resistirse.


-no sé que pasara Carolina, pero no deseo separarme de ti.


Bien, seguía siendo sincero. Todo estaba bien, ella se iba a bajar del carro tranquila.


-gracias.


-ahora baja-le pidió el-ya debes irte-.


Y era hora de que el meditara.


-claro…


Ella también mostro cierta reticencia al bajar, como si fuera posible que sintiera la misma atracción inevitable hacia él, aunque eso era adelantarse mucho, demasiado.


Y todo era muy confuso porque ella se había mostrado muy cerrada al principio y cuando el exigió saber algo de ella no solo lo supo sino que también el revelo cosas de su vida, mas cosas de las que revelara últimamente a nadie.


-yo esperare.


Seth no entendió en ese momento que significaba ese "yo esperare" que ella dijo antes de darse media vuelta y marchar a su casa.


Mientras iba a su casa estaba intranquilo por que las palabras de ella se repetían una y otra y otra vez en su cabeza.


Lo de anoche había estado mal porque se habían unido demasiado fuerte, y demasiado rápido y ahora sería difícil poder cumplir su misión con todo ese rollo. El problema estaba también en que estaba dudando, él quería mucho a Emma ¡qué va! Si había pasado los últimos 92 años de su vida junto a ella pero aun no estaba listo para un compromiso matrimonial lo cual era estúpido.


Lo era, porque ya estaba comprometido con ella de todas las formas posibles pero eso no cambiaba nada. Algo cierto era que si bien el no estaba enamorado ni nada de Carolina si tenía un apego físico por ella, como si cuando se separaran su cuerpo lo llamara.


Y no solo su cuerpo, sino también su sangre. Justo esa mañana estuvo a punto de beberla, la noche anterior el sexo lo había distraído pero no hoy. Hoy su sangre golpeteaba dentro de las venas, dulce y estruendosa, como un beat que dijera ¡bébeme! ¡Bébeme! ¡Bébeme ahora! Y era difícil contenerse. El solo pensar en lo dulce que podría ser su sangre, mil veces mejor que su ya exquisito aroma de lavanda lo estaba volviendo loco.


El intentada contener este deseo porque no quería matarla asi que si la bebiera, dejándola con vida era seguro que iban a terminar impresos y eso no era bueno.


Cuando llego a la casa encontró en la mesa una carta de Emma:






Bueno Seth, te escribo porque ya paso un día y aun no te has comunicado conmigo, me han explicado que si tu no me contestas no puedo enviarte otra carta asi que ¡contesta!


No sé como estés pero yo no estoy nada bien, y tu sabes que a mí no me gusta quejarme, lo que pasa es que te extraño mucho, demasiado y me duele pensar que no me contestas porque no sientes lo mismo…


¿No recuerdas acaso la promesa que nos hicimos cuando supe lo que en verdad eras? No importa lo que pase, no importa lo que seamos por fuera, donde estemos, las decisiones que tomemos, somos el uno para el otro y eso es algo que nunca cambiara.


Yo pienso en ella todos los días Seth, te amo, ¡te amo! Y te extraño. Asi que espero tu carta pronto, para saber que tal estas.






Tu Emma






Ella era muy clara en la carta, no quería que el intentara jugar de alguna forma con ella, ella lo seguía amando y esperaba lo mismo. Estaba además de todo impaciente al no recibir respuesta de él. Seth la quería, la quería mucho pero… ¿la amaba? Si le hubieran preguntado cualquier día de los más de 32 mil que habían pasado juntos, como pareja si la ambas el no se hubiera detenido y al instante hubiera contestado la pregunta con un simple si pero ahora todo era más complicado.


Algo de lo que estaba seguro en ese momento era que debía contestar, que debía contestar al instante.


Emma


¿Qué te puedo decir tontita? Te extraño por supuesto, y no he olvidado la promesa que hicimos ese día. Yo te aseguro que estoy bien, es solo que todo está algo revuelto, tengo que adaptarme a lo de ser un estudiante mas del colegio de la noche obscura, ir a los rituales y todo eso pero sigo pensando en ti.


Después de todo lo que pasamos creo que no es necesario que te diga lo mucho que te quiero y lo mucho que me importas. Yo no quise jamás que nos separaran pero ambos sabemos que no puedo hacer nada asi que solo espero que todo pase pronto y puedas regresar, tu y Charles aquí, creo que me será muy raro vivir solo…


Seth






Era corta y además, para colmo la sentía el algo falsa. Pero tenía que ser asi porque no le podía contar, al menos no ahora todo lo que había sucedido esa noche, y pensar en Emma sentada en un sillón o algo asi pensando en el, anhelando su compañía, impaciente mientras él estaba en la casa, en el cuarto en el que él jamás había querido que ella durmiera durmiendo con Carolina le causaba culpa.


Una culpa enorme.


¡Idiota! Se dijo a sí mismo. No debía de hacer esto, ninguna de las dos merecía enredarse en ese juego peligroso que él quería jugar.


Entonces sonó su celular.


-Seth.


Dijo identificándose con Loren.


-Loren, Seth solo te aviso que mañana te mudas al internado de la noche obscura, ya he hecho todos los arreglos.


¡Qué bien! Lo que le faltaba. Y él lo decía con desfachatez además de todo como si le estuviera pidiendo que lavara los trastes o algo por el estilo.


-¿solo eso?


Si algo sabia Seth era que con los Venture la primera regla y la más importante de todas era que no importaba lo que ellos le pidieran o dijeran él no se debía mostrar ni un poco sorprendido porque eso demostraba debilidad y la debilidad era el peor de todos los defectos que se podían tener.


-ah, y bueno lo he pensado y no quiero que imprentes con la chica, con Carolina Patiño porque después, si no quiere trabajar para nosotros tendremos que tomar ciertas medidas que podrían afectarte.


Ese tono tan cordial y los eufemismos que Loren usaba lo enfermaban.


-entiendo.


-entonces estamos en contacto.


-siempre.


Se limito a contestar mientras colgaba.


Genial, la llamada de Loren solo le traía nuevas sorpresas pero estaba bien, por un lado, porque asi ya no sería tan difícil elegir.


Una parte de sus ideas ya no estaban tan revueltas y las cosas mejoraban en parte.


Solo debía tomar algunas decisiones más… pero no ahora… ahora solamente quería no pensar, no pensar en nada.
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Bueno chicos ahi esta el nuevo capi, me he retrasado un poco pero al fin publique, dejenme sus comentarios y pues apenas comenzamos asi que sean pacientes porque hay aun muchas cosas por descubrir...


besos

3 comentarios:

sandocan en bicicleta dijo...

como se pone esta historia!

Irene Comendador dijo...

ooohhh!!!
mi niña, me mata la carta de Emma, me hizo humedecer mis ojitos, wwwwaaaa......

El capitulo esta perfecto y se pone cada vez mejor, te mando un beso en agradecimeinto por tus palabritas.

Hasta pronto y gracias mil por comentar en mi blog, si es que eres un amor y te dire que el proximo capi no tiene lemon, jajajajaj

Nos vemos

irene /esperado anochecer

¡¡bamh!! dijo...

Uhh!
Fuertes declaraciones