Nuestro aquelarre

29 de septiembre de 2010

Deseos Obscuros

Capitulo 4

Aceptación


Después de aquel primer fatídico día de escuela pasé (como todo humano común) por las cuatro fases que se recorren después de dos cosas: perder a alguien o enterarte de un secreto (en mi caso fue lo segundo).


1. NEGACIÓN

Me dije a mi misma que no podía ser cierto. Dormí muy con mucha dificultad esa noche debido a mis constantes pesadillas que no eran otra cosa más que los recuerdos que “robe” tanto de Fidelmar como de James. Estaban revoloteando en mi cabeza.

Todo era muy confuso.

Desde la depresión de los hermanos fantásticos (como se me ocurrió llamar a James y Anne debido no solo a sus dotes sino al hecho de que eran mellizos) hasta la forma en que se alimentaban todos ellos. De la forma en que Fidelmar me quería (algo que me sorprendía un poquito por que el no es muy afectuoso) hasta su sobreprotección que salía a relucir en su plática con James. No estaba segura por que le había dicho aquello de “más te vale no pensar en lo que creo que piensas” ¿A qué se refería? ¿Qué podría pensar James que lo perturbara tanto?

Así que en la mañana cuando desperté estaba convencida de que todo había sido un mal sueño. Me levanté como si nada. Entonces algo llamó mi atención. En mi escritorio estaba mi mochila con una nota clavada con un seguro.

El papel era blanco y muy fino. De esos que se utilizan en las invitaciones a bodas y demás eventos socialites. Supe al instante quien lo había escrito por la sobria caligrafía de finales del siglo XIX o principios del siglo XX; la misma del papel del día anterior de la clase de mate.



Elizabeth:

Espero que te sientas mejor, de verdad. No te preocupes; hice tu tarea de ayer. Por cierto, Anne te manda saludar; ella dice que vio que aunque sea un poco difícil al final vas a aceptar todo el drama de los vampiros y seguirás adelante, asi que no pienses tanto en eso ¿sí? Según Levi lo mejor es dejarse llevar en estos momentos.

James.



5 líneas, solo eso. Era una nota realmente corta. Algo no personal de su parte. Más que nada solo con recomendaciones de miembros de su familia. No decía mucho a pesar de lo cual dejaba en claro una cosa: lo ocurrido ayer no era un mal sueño. Era una realidad.

2. ENOJO

No sé si estaba enojada conmigo misma por pedirle a James que elucidara el secreto, con el por haberme hecho caso o con Fidelmar por no habérmelo contado antes.

El hecho es que estaba demasiado enojada. Recordé entonces lo que mi “conciencia” me había dicho la noche anterior y razoné.

No debía enojarme conmigo misma simplemente porque era algo insano y estúpido de mi parte así que me descarte de mi lista imaginaria de personas (reales) que odiar. Después estaba James, algo que no tenía mucho sentido porque yo había visto como Fidelmar intentó detenerlo y él se negó. Él solo era culpable de ser una buena persona. En todo caso más bien debería de ser colocado en mi lista de personas (imaginaria también) a quienes debo agradecer. Y ya por ultimo estaba Fidelmar, mi papá pero a él tampoco lo podía odiar. Ni siquiera podía estar enojada. Es que Fidelmar era como mi hijo. Era extremadamente inestable y caprichudo. Por ende invertíamos constantemente los papeles, y, en todo caso… ¿cómo podría una madre estar enojada con su hijo?

Mi enojo se disipó con facilidad.

3. DEPRESIÓN

La depresión era lo siguiente. Por un par de minutos mientras me vestía me permití llorar un poco. No es que fuera muy llorona (por favor no piensen que soy una niña caprichosa) pero eran tiempos difíciles. Después me detuve. ¡SI! de vez en cuando necesitaba llorar y todo eso pero no por tanto tiempo. Supongo que no soy una persona depresiva. Era más bien del tipo de aquel dicho que dice algo como:

“Y después de llorar y patalear… ¿Qué mas sabes hacer?”

Levantarme, contesté muy segura de mi misma y seguí adelante.

4. ACEPTACIÓN

Esta me costó un poco mas de trabajo que sus antecesores. Primero porque di un repaso a mi mente de los recuerdos que había visto el día anterior. Fue como si al verlos hubiera sacado una copia en mi mente y ahora la estuviera reproduciendo.

Después de verlos sentí un poco de humedad en mis ojos y me dé cuenta de que necesitaba tener un par de cosas claras en mi mente para terminar el proceso.

Ese día fui a la escuela. Los Stewart mantuvieron su distancia como si estuvieran al tanto de que necesitaba un poco de espacio. Los amigos de Itzel y Gaby me aceptaron como si nos conociéramos de toda la vida y al final de la semana se podría decir que ya estaba instalada en el pueblo. Ya había superado aquello de lo trágico de la separación de la humanidad y las criticas y diatribas constantes hacia el mismo habían disminuido.

No se alucinen, aun tenía un poco de aversión pero mucho más pequeña que al principio. Si bien no me gustaba en nada el clima podía apreciar con facilidad los ruidos de la naturaleza y el silencio del pueblo; el aire fresco.

No quiero decir que podría vivir aquí siempre (arg la sola idea me causaba asco, miedo y tristeza a la vez) pero al menos si aguantaba el semestre completo.

La segunda semana la dedique a identificar las cosas que necesitaba claras antes de decidir nada sobre los vamp… Los vampiros (aun me costaba un poco asimilar la palabra).

Primero tenía que aprender a aceptarme a mí misma. Yo no era un monstruo. De seguro que existían muchos otros de mi tipo. Digerí con lentitud el asunto de mi madre y lo del colegio de la Noche Obscura. Decidí que había sido un poco paranoica, quiero decir, era imposible que Fidelmar me mandara a ese lugar. Si alguna vez me convertía existirían otras formas que no implicaran mudarme a un internado lleno de vampiros tan o aun más raros que yo (¿será eso posible?)

Dejé mi paranoia de lado y al final solo quedo el asunto de los Stewart. Yo podía ser amiga de ellos tal y como Fidelmar lo era. No eran peligrosos y eso me bastaba pero…

… ¿Y que había con James?

Mi segundo día de escuela lo vi como lo que era: un vampiro. Y eso no le quitaba nada. Seguía siendo igual de bello, atractivo, elegante y misterioso que antes. Durante toda la semana le dirigí miradas furtivas. Llegué a tener el presentimiento de que un día de esos iba a necesitar una bandeja para mi baba (literalmente). Porque cada vez que lo veía mi corazón comenzaba a latir con tal fuerza que pensaba que se me iba a salir del pecho mientras sentía un tipo de “electricidad” corriendo veloz por todo mi cuerpo.

Tal vez no estaba enamorada ¡definitivamente NO! Porque solo tenía un par de semanas de conocerlo. Claro que había visto muchas cosas de su pasado que me hubieran tomado años descubrir pero no lo conocía del todo. No sabía sus gustos ni aficiones. Además solo tenía 15 años. Definitivamente no podía estar enamorada de James Stewart.

Algo que si era cierto era que a pesar de todo (de los secretos elucidados, de su vampirismo y de su edad. La cual por cierto aun no sabía) el chico me gustaba. Estaba un poco obsesionada con él. Eso no era nada bueno ni conveniente por tres razones principales: la primera que él jamás sentiría algo por mí, la segunda que él era inmortal y yo no (no debe ser lindo hacerse viejo y que tu novio siga igual de fresco que el primer día) y la tercera que yo sabía que si bien no estaba enamorada de James Stewart sería muy fácil hacerlo.

Él en realidad no tenía que hacer mucho con que fuera amable y tan guapo, críptico e inteligente como era hasta ahora caería perdidamente enamorada de él en cuestión de días.

Por todos estos motivos (y estoy segura de que ustedes tienen miles de ellos que no mencione y quizás ni siquiera he imaginado) era imposible que entre Patrick James Stewart Mason (lo sé su nombre entero es genial y peculiar porque al contrario de prácticamente todos los estadounidenses el conserva sus dos apellidos) y Fátima Elizabeth Ortiz Bibian (o sea yo) existiera algo.

Patrick James Stewart Mason y Fátima Elizabeth Ortiz Bibian.

James Stewart y Elizabeth Ortiz.

James y Elizabeth.

Mmm.… No. Tal vez se vean mejor al revés.

Fátima Elizabeth Ortiz Bibian y Patrick James Stewart Mason.

Elizabeth Ortiz y James Stewart.

Elizabeth y James.

¡Qué bien sonaban nuestros nombres juntos!

¿Qué te sucede Elizabeth?, me regañé por enésima vez, déjate de tonterías que tú ya sabes que no existe la mínima posibilidad de que eso suceda.

Por primera vez en algún tiempo mi voz interior estaba en lo correcto.

La semana siguiente estaba caminando por la escuela. Iba tarde a la clase de filosofía cuando escuché algo que llamó mi atención. El leve sonido de un piano. Me detuve y busqué con impaciencia el lugar de donde provenía.

Resulto ser de un salón con un letrero grande que lo identificaba como él: “AULA DE MUSICA”. Abrí un poco la puerta y mi corazón di un vuelco cuando reconocí al intérprete. ¿Pueden creerlo? ¿Yo soy común, no soy muy inteligente, ni bella como para matar pero James además de ser lo opuesto a todo lo anterior (o sea ser único, todo un genio y con una belleza insondable) era capaz de tocar el piano a la perfección? ¿Qué era lo que yo estaba haciendo mal? O ¿Por qué James era el predilecto de Dios?

Estúpido vampiro perfecto

Ups se me salió un mal pensamiento.

— ¿Tocas?—me cuestionó James, parado a mi lado, sin que yo supiera cuando notó mi presencia o al menos en qué momento se acercó.

—Por supuesto—mentí—. El otro día gane el primer lugar en un recital.

— ¿En serio?

—Sí y después, el mismo día, gané un premio Novel y acabé con el hambre mundial.

—Por supuesto—logré sacarle una gran carcajada.

Me reí junto a él. James se veía magnífico cuando se reía. Era un lado de él que hasta ahora no conocía.

Me miró a los ojos en ese momento como si yo fuera una pieza de arte. Algo único. Una sensación placentera recorrió todo mi cuerpo. Eso era peligroso.

— ¿Qué?

—Es que te ves hermosa cuando sonríes—sus palabras eran claras y las pronunció con una enorme sinceridad.

—No juegues.

—No te miento Elizabeth. Sé que no te gusta que lo diga pero eres especial.

No pude evitar sonreír como una boba. A pesar de lo cual intenté no hacerme esperanzas. Ese ángel no podría ser para mí. Lo observe con melancolía. Entonces recordé mi clase.

—Eh...

—Tienes que irte— ¿acaso James siempre sabia que decir?

—Sí. Me detuve por el piano… me encanta esa música.

Dio un paso hacia mí. Mi respiración estaba acelerando. Estiró una de sus bellas y translúcidas manos y cuidadosamente rozo mi mejilla.

Me quedé ahí, parada pensando en lo bien que se sentía aquello. La frialdad de su piel contra la mía. James y yo éramos de mundos distintos pero ¿existiría la posibilidad de que yo le gustara? ¿Podría salir con un vampiro o al menos ser amiga de uno?

—Es Clair de Lune.

— ¿Qué?

—La canción. Es Clair de Lune de Debussy—volvió a repetir, con impecable acento francés.

¿Él lo podía todo?

—Ah con razón se me hizo familiar (por supuesto que conocía Claro de Luna. Era la canción de Bella y Edward).

Noté la ironía. Al menos Bella era una humana. Yo era una freak. Y más torpe… No, a mi no me sucedería lo de ella, éramos muy distintas, totalmente.

— ¿Te gusta la música clásica?

Sentí como enrojecía. Sí, me gustaba la música clásica pero… ¿Cómo le iba a explicar a aquel ser tan perfecto que era fan de Crepúsculo sin dejar de ser única ante sus ojos?

—Sí. A veces la uso para escribir.

Técnicamente no mentí. Si me gustaba y sí, a veces la usaba para escribir.

El resto de mis clases no pude concentrarme. En vez de eso comencé a escribir un borrador del veinteavo capítulo de mi novela.

Cuando llegué al pueblo tenía unas doscientas hojas pero las modifique y borre muchos párrafos. Ahora tenía unas sesenta y cinco mil palabras. Con unas 80 o 90 mil ya sería un libro. Le faltaba mucha corrección y la estética pero no pasaba un día sin que escribiera. Aquello estaba muy bien salvo por una cosa: cada vez mi novela se hacía más verídica y aunque cambiaba algunas cosas no podía evitar el creer que estaba basando a Sofía (como se llamaba mi protagonista) en mi misma y a Gabriel (su alterno) en James.

Al final del día esperaba en el estacionamiento que Fidelmar pasara a la escuela por mí. Sí que me lleve un chasco.

—Hola—volteé hacia atrás aunque no hacía falta. Esa voz la reconocería en cualquier lugar (estaba casi segura).

—James…

— ¿Te llevo a tu casa?

—Me gustaría pero creo que Fidelmar va a pasar por mí.

—Ya le dije que te ibas a ir conmigo—me informó mientras se difuminaba en su rostro una gran sonrisa.

Abrió la puerta del copiloto de un reluciente convertible blanco que estaba al lado de nosotros.

— ¿Ya cambiaste de carro?

El mundo me parecía cada vez más injusto.

—No—eso me tranquilizo—. En realidad este carro no es mío. Ni el otro.

— ¿Entonces?— ¿existía acaso un mundo paralelo donde James no tuviera un flamante vehículo?—. Es un lindo…

¿Qué carro era ese? ¿Existe la marca convertible?

—Es un BMW 335 i—me contestó de forma indirecta.

—Lizzie.

Oí una voz a mis espaldas. Con los ojos azules brillantes Cristóbal se acercó a nosotros.

—Hola Cristóbal.

—James.

El aludido alzó un poco la cabeza con una sonrisa fingida.

—Bueno Liz el viernes pensamos ir a al café. ¿Quieres ir conmigo?

Cristóbal me agradaba. Era un buen amigo para mí desde que llegue al pueblo.

—Sí, está bien.

—Tú también estas invitado James. Creo que sobra decirte que a Olivia le encantaría que fueras.

Me perdí un paso… ¡A Itzel le gustaba James!

—No creo que pueda ir pero gracias.

¡Sí! James acaba de batear la invitación de Itzel a una cita. Eso me daba algún tipo remoto de esperanza ¿no?

—Entonces es una cita Elizabeth—concertó conmigo.

—Nos vemos—dije mientras sacudía mi mano de un lado a otro en señal de despedida.

—Vamos—ordenó James en cuanto Cristóbal se apartó de nosotros.

Me deslicé dentro del carro y él me cerró la puerta. Luego subió. Arrancó el motor y otra vez manejaba como si no hubiera mañana.

El viento en mi cara se sentía genial pero era un poco frio para mi gusto. Además estaba deshaciendo mi “peinado”. No pude evitar arrugar la nariz mientras sostenía mi cabello de forma casual para lograr una apariencia decente. Estornudé.

— ¿Te sientes mal?—parecía interesado en mi salud.

—No, ¿qué paso con el Beatle?—inquirí para cambiar de tema.

—Es de Anne.

— ¿Anne tiene carro?

¿Acaso todos en esa familia excepto el tenían autos lujosos?

—Tenemos edad para conducir.

Me aclaro un poco cortante.

—Entonces Anne tiene auto. ¿Y los demás?

—Levi tiene un mercedes, Anne comparte su Beatle con Fe, Robert tiene un Jeep y este auto es el de Cathy.

— ¿Tú no tienes uno?

—Una motocicleta Harley Davinson—me contestó sin mucha alegría en la voz.

Esas si las conocía. Grandes, lujosas y peligrosas.

—Guau.

—Sentí que me ocultabas algo en la tarde cuando nos encontramos en la sala de música—cambio de tema.

—No—mentí.

Él me traspasó con sus ojos y supe que lo mejor sería ser sincera en ese momento, nunca le ganaría de todas formas. Y si no lo era yo lo sería mi reacción física. Ya me sentía caliente

—Tal vez—me vi obligada a aceptar.

— ¿Qué era?

—No sé por dónde empezar.

—Vamos—me animó—. No puede ser tan malo.

—Si me gusta la música clásica pero no fue exactamente por eso por lo que reconocí la canción.

— ¿Entonces?

—Tengo miedo de que te burles.

— ¿Es tan malo?—enarcó una ceja.

—Mucho.

—No importa.

Suspire. Ahí iba.

— ¿Alguna vez has leído Crepúsculo?

Tardo un poco en contestar.

—Sí.

—Bueno ahí mencionan esa canción.

—Ah por supuesto… ¿Eres fan?

¿Qué si era fan? Tenía los cuatro libros (próximamente 5), las películas que habían hasta ahora las había visto en el cine y las tenía en bluray, imágenes en mi celular, en mi blog, alguna vez escribí un par de OS y un fic corto sobre ellos… ¿Qué si era fan? ¿Qué tipo de pregunta era esa?

—No una fan loca pero me gusta la historia—decidí ser algo discreta con el tema, después de todo no quería asustarlo.

— ¿Cuál es tu parte favorita?

—Bueno del primer libro me gustan muchas pero la primera fue cuando Edward le cuenta a Bella su deseo de sangre. Quiero decir la profundidad del sentimiento de “te amo y te odio" es genial. Después está claro que me encanta (como al resto de la humanidad) la parte donde se besan por primera vez la frase de “estaba pensando que hay algo que me gustaría intentar” te deja sin aliento.

Entornó los ojos, sumido en lo que le decía.

—En la película la destrozaron—proseguí—. Bueno, no toda obviamente pero si esa parte del beso, quiero decir, Bella en realidad no es tan…— ¿Qué diablos estaba haciendo?— ¿Por qué te cuento todo esto? Ya debes de estar aburrido—supuse apenada.

—Claro que no—negó al instante, como si le gustara de verdad escuchar todo mi parloteo. Algo casi tan imposible como que yo le interesara.

—Ya casi llegamos.

—Me seguirás contando de ese libro—me pidió interesado.

— ¿Te gusta?—estaba un poco confundida ¿no veía la ironía?

—Sí. Es un buen libro.

— ¿Ya leíste los cuatro?

Se estacionó frente a mi casa.

—No, voy en el tercero— repuso mientras se esbozaba una sonrisa en su rostro que me desconcentró un poco.

— ¿En Eclipse?

—Si, en ese—admitió algo ido, como con la mente en otro lado.

—Cuando los termines los podemos conversar. Me encanta discutir sobre libros—repuse, intentando ganar algo de atención.

— ¿Alguien te ha dicho que para no cerrar nunca la boca en realidad eres encantadora?

El rubor corrió por mis mejillas. ¿Estaba en un sueño o James en realidad me acababa de soltar un halago?

No respondí a eso pensando que era retórico, pero sus pupilas se clavaron en las mías, exigiendo una respuesta al poco tiempo.

—No realmente—le contesté de mala gana al abrir la puerta del auto.

—Que infamia—concluyó.

—Gracias por traerme.

—De nada, nos vemos después.

Cerré la puerta y me quedé como tonta ahí parada viendo como su coche (bueno, el de Catherine) se esfumaba.

En ese momento descubrí que al fin había llegado a la fase de la aceptación y concluido el ciclo. No voy a mentir me molestaba el hecho de ser un vampiro pero no era tan malo. Los Stewart eran vampiros y parecían pasarlo estupendo. Ya había superado (a pesar de que odio las mentiras) que Fidelmar me hubiera engañado tanto tiempo.

Recordé lo bien que me había sentido cuando la piel de James rosó contra la mía ¿podría ser novia a al menos amiga de un vampiro?

James me gustaba y Cristóbal era mi amigo. James ya era un vampiro y Cristóbal lo iba a ser…

¿Podría salir y/o ser amiga de un vampiro?

R=por supuesto que sí.

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Sé que es día de Primeras, pero para variarle se me borró (estúpida mac) asi, que, les traje este capi que ya les debía ¿no? espero mi hermanita me disculpe, pero, pues al menos no deje el blog vacio ¿no?

Bueno, espero comenten.

Besos

23 de septiembre de 2010

Hola de nuevo


Despues de 6 dias regrese, no puedo decir que para todos los días... pero si para un buen rato. Hoy estoy de un ambivalente... que uf ni que hablar pero chicos, les tengo esta sorpresa:

En la vida hay un momento para todo
un momento para sembrar
un momento para cosechar... pero que tal si se me superponen las cosas

¿Que pasaria si deseo sembrar trigo y avena y cosechar maiz
si mi anhelo es dividir mi campo para tener mas de una especie
si simplemente no logro elegir que es lo que quiero?

Son tres personas, las tres totalmente distintas
es mi pasado, mi presente, mi copreterito
 ¿pero cual es mi futuro?

Cual es la mejor cosecha de los 3
cual es la mejor opcion
¿quien no me rompera el corazón?

¿Me quedo con lo seguro que quiero demasiado
¿Arriesgo con lo dudoso que me
o me arrastro al limite con el deletéreo que me hechiza?

No lo sé,
no lo sé aun
pero lo descubrire.

Bien este es mi trabajo de hoy en literatura, el maestro (de literatura) lo odio, a la de taller le encanto y la de gramatica cree que puedo mejorar... mmm... como si fuera tan facil elegir entre tres cosas distintas.

Los extraño

16 de septiembre de 2010

Un par de cositas guardadas...



Lo lamento mis chicos, sencillamente no sé como aclararles a ustedes la situación, me da mucha pena. Verán ayer, mi prima Ellie divina ha subido una entrada al encontrarme yo, en un estado poco conveniente. He recibido mails, respuestas en esta entrada y en el face, lo cual suma ya al menos unas 30 personitas a las que preocupe en demasia, sin contar a mis amigos de la prepa y los de la secu. Les aclaro que, aunque lo pareciera, esta vez no es nada respecto a mi amigo cancerígeno.

Esta vez es una cosa de la que la mayoria no estaba enterada pero... yo Viridiana Patiño (alias Isabella Macouzet) padezco de el sindrome de el transtorno de personalidad multiple, y despues de varios meses, se presento uno de mis alters.

Eso puede sucederme de vez en cuando, Ellie se asusta porque, me ha pasado que duro semanas con el alter y pues no puedo volver a ser yo del todo por temporadas algo largas. Por suerte esta vez fue corto asi que dejen de preocuparse ¿ok?

Si alguno tiene dudas se las respondo.

Besos.

15 de septiembre de 2010

Urgente!!


Bueno, soy otra vez yo, Eleonor solo para avisarles que, despues de mucho una vez mas mi prima ha recaido. Les pido que no comuniquen esto en el face, porque ella no ha querido contarle a ninguno de sus amigos de la prepa sobre su estado de salud pero pues, justo hace un par de minutos, mientras subia el post ese de los besos se ha puesto mal y mi tio la ha llevado al medico.

No sabemos hasta ahora que haya sucedido, habra que esperar, solo queria comentarselos para que, si no la veian por sus sitios no se preocupen.


Bésame...



¿Hace cuanto tiempo que no besas a tu pareja? Y lo digo en serio, no un beso de despedida de medio segundo, ni el beso fogoso antes del sexo sino un beso como el de la primero ¿te acuerdas? lento, suave, tierno...

Instrucciones:

1. Lee este texto.
2. Escucha la canción.
3. ¡Besa!
He estado mucho tiempo
esperando
un solo movimiento tuyo
el rose de tus labios.

Estamos en una noche estrellada
bajo las constelaciones titilantes
mi corazon late con fuerza
tus manos comienzan a temblar.

No me importa lo que traes puesto
si se me corre el brillo labial
estamos juntos tú y yo
solo eso me preocupa.

Rodeame con tus brazos
con nuestros dedos entrelazados
acercateme lentamente...
y besame.

So... kiss me
So... kiss me.

(pensando en esta canción..., espero disfruten el momento)

Xoxo Isabella M.

10 de septiembre de 2010

Deseos Obscuros 1



Capitulo 3
Secretos Revelados




—Elizabeth—pronunció mi nombre arrastrando las palabras.

Aquello no podía resultar en nada grato.

— ¿Sí?

—Soy un vampiro.

Sentí un ligero escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.

— ¿Tú y toda tu familia?—interpelé implicando al resto de los Stewart en el asunto.

—Sí, todos.

— ¿Vampiros… vampiros?

Sé que preguntar eso fue definitivamente estúpido de mi parte pero necesitaba estar segura.

—Somos lo que tú consideras un vampiro. Ya sabes ser inmortales…

Se detuvo al ver la expresión de mi rostro.

James, los Stewart… eran vampiros y al mismo tiempo eran amigos de Fidelmar.

¿Acaso no le resultaba extraño a mi padre (que era una persona normal) tener por amigos a un puñado de vampiros?

Bueno, entonces se me ocurrió que podría obtener algo de información. Si James era un vampiro lector de mentes algo tenía que saber.

— ¿Y sabes algo de mi escudo?—dije escondiendo mi ansia de forma poco creíble.

—Quieres saber sobre tu madre—aquello no era una pregunta. Suspiró—. Tu madre era híbrida—me confesó sin darle vueltas al asunto, de forma directa.

¿Híbrida? ¿O sea vampiro y humana a la vez?... ¿Cómo Reneesme la hija de Edward y Bella en el Crepúsculo? (ese libro era uno de mis favoritos).

Así que la vida no era justa ¿Por qué yo no era pálida y bella? ¿Por qué mis ojeras eran unas enormes manchas obscuras mientras ellos obtenían aquellas de un lila desvaído y poco notorio? Bueno tal vez era debido a que yo no soy un vampiro… ¿o sí? Hasta ahora nunca había bebido sangre ni pensado en hacerlo.

— ¿Yo soy un vampiro?

—Un poco—sus palabras hicieron que mi cabeza comenzara a dar vueltas.

Era una híbrida, o lo que sea… Era un maldito vampiro. ¿Por qué no parecía uno? ¿Por qué no actuaba como tal?

— ¿Voy a empezar a morder cuellos?—solté horrorizada.

—No lo creo—su voz sonaba clara—. Los vampiros nos dividimos en dos tipos—se recargó en un árbol y un poco de luz se posó sobre su nívea piel—: los herederos y los clásicos—comenzó su cátedra con tono formal y profundo. Me sentí como si estuviera en clase, aunque dudo que exista alguna escuela donde den algo como introducción a las clases de vampiros y nunca había visto un maestro tan guapo, joven… Y vampírico a la vez—. Los herederos tienen el gen del vampirismo en la sangre. Es algo con lo que nacen, al principio son como cualquier humano y al llegar a la adolescencia se convierten poco a poco. A diferencia los clásicos son los que están infectados por medio de la mordida de otro vampiro o el contacto con su sangre.

— ¿Infectados?—repetí sus palabras un poco revuelta—, ¿el vampirismo es un virus?

—Algo por el estilo—contestó con un murmullo—. En medicina se le llama V5.

— ¿Mi padre sabe esto?—no lo podía creer del todo.

—Sí, conocimos a Fidelmar hace unos 12 años. Nos convertimos en amigos. Tu padre es una buena persona; muy leal. Yo se que confía en nosotros y nosotros en él.

— ¿Y no le molesta saber que beben sangre de humanos?

¿A mí me molestaba?

—No, porque es algo que no practicamos. Levi nos ha iniciado a todos en una dieta a base de sangre de animal.

—Ahí es cuando cazas—me adelanté.

—Exacto. No es un manjar pero supongo que es mejor que ser un asesino—añadió.

—Es tu naturaleza.

Lo disculpé por si acaso alguna vez hubiera o habría de beber sangre humana.

—Eso no es una excusa—rebatió mi disculpa con repugnancia en sus ojos líquidos de cuarzo—. Ustedes no son trozos de carne—sus ojos estaban negrísimos.

— ¿Qué tipo de vampiro eres?

—Uno clásico.

— ¿Y mi madre?

—Tú y ella son herederas híbridas. Los de mi clase las llamamos nigth-timer.

— ¿Hora de dormir?—no era muy buena en idiomas pero esa traducción era sencilla.

—Sí, ustedes se parecen más a lo que se considera como un vampiro “común”. No todos pero a algunos de tu clase les molesta un poco la luz del día—notó mi expresión aterrada.

¿Acaso si yo me convertía no podría salir a la luz del día? ¿Tendría que vivir en las tinieblas de la noche?

—Es como si fueran alérgicos, se sienten soñolientos, cansados, tal vez les lastimen los ojos, pero solo eso; no se queman—continuó—. Podrían morir si una estaca les atravesara el corazón o perdieran mucha sangre.

Mi expresión no mejoraba ¡morir! Morir… morir…

—Es casi imposible—intentó darme un poco de ánimo como diciendo de forma muy sutil “hey aun eres mejor que un humano” como si eso pudiera agradarme—. De todos modos lo del ajo es un mito.

¿Nunca podría ganarle a James? Si yo era un escudo el leía mentes, si yo era un vampiresa normal (estoy muy lejos de ser físicamente Anne, Catherine o al menos alguna actriz de cine) él era un vampiro mejor…

— ¿O sea que me voy a transformar?—no capté muchas de las cosas.

—No lo creo—se apresuró—, por la mezcla lo más probable es que seas solo portadora del virus.

—Como una seropositiva—me arriesgué a estar equivocada.

—Es una buena comparación—me sonrió con gusto como si estuviera orgulloso de mí—. Eres muy inteligente—elogió mi repentino ardid.

—Habla el chico que se sabe las fórmulas de los binomios de memoria—lo alagué, sin querer quedarme atrás, sin querer que él pensara de mi algo que no era.

—Eso lo adquirí con el tiempo; es algo que cualquiera podría obtener—seguía siendo muy cuidadoso respecto a su edad—, pero tú eres distinta… eres especial.

¿Cuándo mi clase sobre los vampiros había terminado? Ahora estábamos intercambiando cumplidos. ¿Existía alguna posibilidad de que yo le gustara?

Claro que no. Éramos de mundos distintos y lejanos.

Inesperadamente se me acercó y con cuidado rosó mi mejilla. No pude evitar temblar. Sus dedos estaban helados, como si los acabara de meter en el congelador, como si estuviera muerto (algo que era muy cercano a su realidad un muerto en vida; un inmortal). Trazó una leve línea con su índice en mis labios con delicadeza (como si se tratara de un objeto frágil).

Me quedé sin aliento.

Hace veinticuatro horas era aun la niña de mi padre. Un poco dañada pero al fin y al cabo una niña común. Ahora todo había cambiado. Estaba en el bosque con el tipo más bello y misterioso del mundo (que era casualmente un vampiro). Los Stewart eran vampiros, mi madre era un vampiro y yo también lo era. Un maldito fenómeno. Me sentí engañada. Fui engañada por 15 años.

Mi cerebro estaba a punto de dejar de trabajar. Podía sentir mi pulso alocado bajo las venas. Mis oídos zumbaban. Aquello era simplemente demasiado para mí.

—Soy un fenómeno—grité iridiscente mientras me volvía y caminaba en el bosque.

Me siguió e iba a mi paso.

—No eres un fenómeno—me contradijo realmente encolerizado—; eres especial.

Intente rebasarlo pero el caminaba cada vez más rápido.

—Especial mi abuela—mi voz no me era familiar; estaba furiosa como si hubiera sido llevada al límite—. Soy un monstruo.

Seguimos caminando. Reconocí el lugar, estaba cerca, muy cerca de mi casa.

—Elizabeth tú no eres un fenómeno y mucho menos un monstruo—cuchicheó como si de verdad le molestara que yo me tratara a mi misma con desdén.

Sin darme cuenta estaba ya adelante mío. Malditos superpoderes de vampiro. Otra cosa para añadir a mi lista.

—Claro que lo soy—vociferé a punto de llorar—. Mejor sería no haber nacido.

—Nunca vuelvas a decir eso Elizabeth—su rostro se crispó como si acabara de decir la peor de las maldiciones. Y me sacudió como si yo estuviera en estado de shock. Tenía unas inmensas ganas de lanzarme sobre él y llorar entre sus brazos pero refrené mis deseos. No podía dejarme llevar de ese modo tan peligroso por él— ¿Te arrepientes de que te haya contado?

¿Era mejor no saber nada? ¿Vivir felizmente engañada?

—No lo sé—no quería que el supiera lo mal que me sentía pero se resbaló de mis ojos una lagrima delatadora. Estaba ya un poco mareada pero desde ahí pude ver mi casa.

— ¿Te sientes mal?

¿Fue mi imaginación o estaba en serio al menos un poco preocupado por lo que me podría pasar?

—No, no… solo necesito estar sola—le pedí—. Desde aquí veo mi casa, ya te puedes ir.

—Como quieras.

Seguí caminando y el no me siguió.

—Elizabeth—gritó ya lejos—. Lo siento.

Quise responder pero me dio miedo descontrolarme. Ya enfrente de mi casa recordé que había olvidado mi mochila en el Beatle. Usé la llave que Fidelmar guardaba debajo de una maceta y entré. Me aseguré tambaleante de que nadie estuviera en la casa y cuando me di cuenta de que estaba sola me dejé caer sin más preámbulos.

Sentí la suave y mullida alfombra de mi cuarto en mis manos y luego en mi cara. Mis lágrimas eran profusas, tanto que me nublaron la vista. Estaba lastimada.

¿Por qué Fidelmar nunca fue sincero conmigo?…

Mis chillidos me hicieron sentir calosfríos. No sé cuánto tiempo estuve así. Al final logré calmarme un poco cuando mis ojos se secaron. Entonces pude pensar todo con más claridad.

Malditos Stewart los ODIO, pensé dolida.

Ellos no te han hecho nada.

Cállate vocecita interior, respondí, no sabes nada. Lo de mi Maribel, lo de mi mamá aun me duele

Lo que pasa es que te gusta auto compadecerte a ti misma. Eso de tu madre es ya lo que es: un pasado inevitable. ¿Y qué hay del futuro? ¡No te dejes caer!, me apremió a seguir adelante.

Es fácil criticar tú no eres la que fue engañada durante más de 15 años. No entiendes nada. No tienes ni la menor idea de cómo me siento, respondí rabiosa.

Bien, fuiste engañada, te duele, odias a todos, bla, bla, bla. Ese chico James te desengaño

¿Y?

Es realmente guapo. Que digo guapo; arrrrdiente, dijo mi mente con las hormonas alborotadas.

Cállate. No necesito que me digan lo que ya se: el es muy guapo, sincero, perfecto, inteligente… ¡Es un vampiro!

Ah lo siento mucho señorita normal. ¿Y que si es distinto? Tú también lo eres, genial yo misma me ofendía, respecto a tu padre él la ha pasado mal cuando llegue no seas tan dura.

No lo sé.

Solo recuerda contarle sobre tu poder de robar recuerdos. Y él te ama, no se te olvide nunca.

Tal vez mi conciencia tenía razón. Los Stewart no me han causado daño alguno; de hecho debería de agradecerle a James por elucidar secretos.

Robar recuerdos je, je, je. Eso sí que sonaba gracioso. Mi papa llego antes de lo esperado. Cruzo la puerta y al verme ahí, tirada en el piso lo supo todo.

—Elizabeth—su voz era lastimera—, cuanto lo siento.

En ese momento la poca rabia que quedaba en mi interior se desvaneció. Intenté pararme como loca pero me di un buen sentón en el piso.

—Mi princesa—dijo Fidelmar mientras se acercaba a mí y me ayudaba a ponerme en pie—. ¿Me perdonaras?

—Mi madre era un vampiro—los ojos se me anegaron de lagrimas al decirlo—. Yo soy un vampiro.

—No totalmente pequeña—hizo una mueca—, se que yo debía decírtelo y no James, eso lo lamento. Eres aun una niña y no lo entiendes…

—No— señalé con firmeza. Antes lo era pero ahora me sentía más adulta. El dolor me había ayudado a madurar—. Tal vez no soy una adulta papá—rebatí un poco más condescendiente—, pero no soy una niña. Soy una adolescente. Sé que solo tengo 15 años 6 meses y 29 días pero sabes que soy madura para mi edad.

Mi papá me miró dubitativo. Toqué su mejilla con dulzura era su hija y…

Una ráfaga de imágenes parecida a la que tuve con James inundó mis pensamientos.

“Eres lo único que me queda en el mundo.

“Somos ahora solo tú y yo Elizabeth.

“No creo poder ser sincero con ella James.

“¿Le has dicho la verdad? Es tan solo una niña.

“No quiero que la molestes.

“Anne… ¿Acaso has visto que mi pequeña tiene que ir a esa escuela de pequeños monstruos?

“Más te vale que no estés pensando en lo que creo que piensas.

La cabeza me daba vueltas otra vez. Fidelmar no pensaba decirme la verdad. Le debía una disculpa a James; él había sido sincero conmigo. Me enteré de que si existía la posibilidad de que me transformara y si eso ocurría tendría que ir a una escuela llena de vampiros en transformación como yo. Ellos no sabían lo de mi habilidad de robar recuerdos. Si lo supieran me llevarían (me di cuenta de que en mis planes incluía a los Stewart) a ese internado de freaks. ¿James habría asistido a la Noche Obscura (que era como llamaban a aquel internado) en su pasado?.. Mi cabeza estaba revuelta.

Basta Elizabeth eso no es relevante ahora, comenzó a debatir mi voz interior.

¿Segura?

No le digas nada a Fidelmar sobre tu nuevo don. Actúa normal y perdónalo. Parece destrozado. Sabes que es muy débil y no ha madurado, me aconsejó.

—Elizabeth—mi padre me sacudió—. ¿Me perdonaras?

Abrí los ojos… estaba realmente envejecido de la preocupación que le causaba que al final del día no lo perdonara.

—Por supuesto que sí—dije como si fuera obvio—. Dime algo…

Ve con calma y pregunta sobre tu don.

—Lo que quieras—ya estaba en mis manos—… pregunta lo que quieras.

— ¿Crees que me convierta en un vampiro?

—No lo sé.

— ¿Hay algún otro vampiro en el pueblo?

—Sí. Itzel Celess Rasso lo es. Tal vez también su hermano. No sé mucho de eso.

Mi amiga de toda la vida era un vampiro. Genial, una más a la lista.

— ¿Tú tienes algún don?

—No, soy solo un humano. Tu eres algo así como 75% humana y 25% vampiro.

—Ah, ok. Gracias papá—concluí mientras lo besaba en la mejilla—, y buenas noches.

— ¿Ya te vas a dormir?

—Sí. Fue una tarde larga—respondí ya subiendo las escaleras.

Entré a mi cuarto con la respiración entrecortada. Ya no era la chica que creía ser. Ahora era un posible vampiro. Mi madre era una vampiresa. Ahora tenía otro don: robar recuerdos. En realidad no era tan malo; hasta existía la posibilidad de ser bella si me llegaba a transformar. Iba a ser inmortal, exquisita y única. Una ladrona de recuerdos y un escudo a la vez.

Los Stewart eran vampiros. Tal vez podrían estar de mi lado. Solo necesitaba cerciorarme de ello. Itzel al parecer era una vampira heredera. Ella podría ser mi amiga si todo el mito se convirtiera en realidad. Sería fácil. Ridículamente fácil. Solo necesitaba un poco de tiempo para asimilarlo. Solo un poquito de tiempo y me acostumbraría a todo ello.

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Ya los tenia abandonaditos pero he regresado, solo les digo que ya no podre avisarles cuando publique deseos pero lo hare todos los viernes y el miercoles hay primeras asi que por aqui los esperamos yo y mi hermana Irene.

Espero el capi haya quedado bien, recuerden dejarme sus coments o reacciones si leen, buen finde a todos, los quiero mil.

Besos.

7 de septiembre de 2010

Hola de nuevo


Hola chicos sé que hacia tiempo no pasaba y ultimamente me he alejado de aqui pero quiero que sepan que los extraño mil a todos, que quisiera tener mas tiempo para poder hablar con mi Irene, con Arii, mi tía Leire, con mi twiin, unirme a las famosas infectadas, escribir más... pero pues no he podido.

Visitar a sando... hay tantas cosas pero tengan presente que no las olvido (irenilla si ves esto checa tu face) y que, en cuanto pueda voy a acomodar mis horarios para poder convivir un poquito mas con ustedes y leerlos ¿ok? Comenzaré a publicar ya regularmente, aprovechando que nos quedamos solo con primeras y con deseos y que deseos ya esta escrita asi que el viernes publico deseos para los que me lo han pedido y no se me desesperen, que yo estare de regreso pronto.

Les dejo este poemilla que hice:



Un final feliz es utopía
Es tierra sin conquistar
Es una fantasía.
Una realidad de ensueño
Algo totalmente personalizado
Único para cada individuo.

Un final feliz es deseable
Como la fruta prohibida
Que puede reconfortarte.

Algo que sin importar los detalles
Se convierte en el epítome de la vida plena.

Un final feliz es anhelado desde la cuna
Desde que en brazos de nuestros padres
Escuchamos los cuentos de hadas
Esperando ese momento
El momento en que, después de la tormenta llegue la calma.

Un final feliz es puramente predecible
Tiene una fórmula preconcebida
Príncipe + princesa = felicidad.
Igual a castillos en el aire
Cometas en el cielo
Constelaciones titilantes.

Un final feliz es el hastío
Es cosa decepcionante
Aburrida e irritante.
Analogía de desilusiones
Llena de aterrizajes de emergencia
De existencias asqueadas por secretos y mentiras.

Un final feliz es un punto muerto
Frío y calculador
Que no otorga elecciones.
Como una carretera sin salida
En la que no queda más remedio
Que retornar una y otra vez hacia el mismo lugar.
Un final feliz es un pérfido
Artificio de fantasías irrisorias
Inexistente para muchos.

Tan deslavado como sus ojos azules
Tan lastimero como sus excusas
Tan cruel como sus caricias.

Un final feliz es efímero
Pasajero como ella

Que tan pronto como llegó se fue.
Un final feliz es violento
Comparable con los deseos vehementes

Que aun siento por ella.
Cada vez que le pienso,
Que veo alguno de sus recuerdos…
Desatan mi dolor.
Un final feliz no es feliz
Porque no existe la perfección
Ni el príncipe azul.

Pero… un final feliz ¿existe?
No lo sé, tal vez si
Solo que no es como lo pintan.




Mil besos.

1 de septiembre de 2010

De Rochie...


-Mi Dios Bella…mírate, estas temblando…


Ángela daba saltitos bajo su paraguas, el frío de noviembre se hacía sentir… La ventisca que se alzaba y llevaba esas gotas heladas ha nuestro cuerpo. Elevaba desde los pies pequeños escalofríos, debía disimular un poco más en frente de mi amiga… O si no echaría por tierra mi gran sueño…estábamos formando fila desde las 5 de la mañana frente al hotel.

Luz de Luna… de la ciudad… de Seattle. Hoy se estrenaba la película Eclipse y habíamos ido a ver a los actores que fueron traídos especialmente para una firma de autógrafos y no podía dejar que una simple gripe…me dejase sin ver a mi ídolo…por fin iba a conocer Edward Cullen, Jacob Black, Alice Brandon…Dios de nuevo sentí los escalofríos por mi columna, ahora eran más seguidos, Ángela me vigilaba como una mama gallina. Había prometido que nos cuidaríamos, pero esta maldita gripe me ataco justo un día antes, a pesar de los analgésicos, la llovizna vino a empeorar mi cuadro, pero no me rendiría…no señor como gran Fan. Y era administradora de un Blog, en donde escribía historias…sobre mis personajes. Y quería fotos de ellos… prometí que los tendría y quería publicar en mi Blog quería muchas cosas.

- Ashisss….- el estornudo cortó mis pensamientos.

- Bella… tu nariz parece la Rudolf de Santa- mire a mi amiga buscar en su bolso. Y saco triunfal unas tabletas.- toma esto es un antigripal te calmará - estiro su mano y me toco la frente - No….estas ardiendo.- bajo su mano de golpe prenso mi muñeca y de un estirón me saco de la fila y camino cerrando su paraguas y empujando a varias personas, a su paso íbamos ganando palabras soeces empellones, pero eso no detuvo a la voluntad férrea de mi guardiana declarada unánimemente – camina Bella.

- Angie... ¿A donde vamos?..No me quiero salir de la fila no me darán de nuevo el lugar.- de seguro ya lo perdimos.

- Bella…ya no me interesa- se dio vuelta y me miró a la cara- estas volando de fiebre y entraremos al hotel.

- Angie no… nos dejaran entrar.

- Claro que si….pediremos usar el baño…- la cara resuelta de mi amiga, podría con cualquier obstáculo.

Llegamos al frente de la entrada principal, el Conserje estaba parado como si fuera un policía de seguridad.

- Buenos Días señor- la mirada que nos dirigió fue barredora, era como de 40 años, bajo pelo canoso y anteojos negros de carey.

- ¿Qué desean?la firma de autógrafos será en la otra puerta.

- No, no vinimos a eso, necesito por favor ir al comedor del Hotel. Mis tíos están esperándome dentro- miré a Ángela. Dios era mejor que yo las ideas brillantes generalmente eran las mías pero hoy ella se llevaría la palma, mentía con absoluta certeza y eran coherentes.

- Disculpe señoritas, pasen por allá, señalo el lado izquierdo del lobby del hotel, caminamos rápidamente, yo no deje de mirar alrededor y mis ojos se perdieron hacia el salón Garden que tenía grandes afiches indicando que allí se realizaría la firma de autógrafos, por inercia camine hacia allí.

- No Bella buscaremos agua…o algo caliente no iras para allá ahora.- sus pasos era largos y me arrastraba con ella. Quería maldecir. Pero me estaba sintiendo mal.- Mira te dejaré parada aquí. Cerca de los ascensores. Iré a traer algo para que puedas tomar este analgésico la fiebre debe ser alta por el brillo que tienen tus ojos.

Cuando Ángela se fue me recosté por el pilar, miré a ambos lados, el salón era espacioso, sabía que el hotel era de cinco estrellas, el lujo se divisaba en cada detalle de la planta baja. El latido en mi cabeza, empezó a hacerse más aguda, divise detrás de unas palmeras que estaban apostadas en masetas un pequeño sofá, camine hacia allí y me senté. Casi pasaba desapercibida desde ese rincón, me acurruque tratando de mirar por donde vendría mi amiga, pero unas voces y risas me distrajeron, casi detrás del sillón había otros par de puertas de ascensores, que se abrieron, de allí venían las voces.

- Eres tremendo Jasper.- decía una voz femenina, al momento de salir pude ver a Alice Brandon estirando del brazo de otro joven que venía siendo empujado por otras manos masculinas, al salir completamente del cubículo, mis ojos no podían creer, que eran ellos, no pude moverme, mis ojos, estaban fijos en Jacob, Alice y Jasper y nadie más, mi desilusión fue evidente, pero me levante apresurada no perdería la oportunidad, me dije camine hacia ellos…

- Discúlpenme.- tendría que aprovechar ya que ellos habían bajado solos, sin guardaespaldas - podría sacarles una foto sé que es muy grande mi atrevimiento pero no puedo desaprovechar esta oportunidad- todos ellos me miraron con una sonrisa y aceptaron posar conmigo., en eso llegó Ángela y se quedó perpleja por la oportunidad, y ni corta ni perezosa empezó a quitar fotos, y yo a ella…les agradecimos y decidimos dejarlos ir a desayunar ya que solo faltaban media hora para la firma de autógrafos pero nosotras ya estábamos felices bueno casi , pero no tanto por mi parte, no tenía la foto que quería, el de Edward Cullen.

Pero el estornudo vino nuevamente más fuerte y tuve que tomar los analgésicos, me volví a sentar y nos quedamos como otra media hora allí para ver si hacia efecto la pastilla, la fiebre no cedía, Ángela se desesperó, afuera caía, la lluvia de forma torrencial y las puertas se abrieron habilitando la firma de autógrafos…las personas que habían sido mi compañeras de espera entraron a tropezones y se apresuraron a llegar al lugar destinado para ellos.

Ángela me miraba ceñuda.

- Bella no podremos volver a Forks con este tiempo y además la fiebre no cede, llamare a nuestros padres y le diremos lo que pasa y pediremos una habitación para nosotros.

- Pero el dinero.

- Bah yo traje mi tarjeta de crédito tengo bastante allí como para una noche.- suspiró- después nos dividiremos los gastos ¿te parece?- la verdad que no me sentía bien pero el estreno era esta noche y si reposaba ahora podría verlo.

- Me parece una idea brillante amiga.- intente levantarme.

- Ah no espérame iré a ver si hay habitaciones y luego te vengo a buscar- Ángela era un sol, nunca le podría pagar todo esto., me levanté y mire hacia el salón en donde estaban las personas como yo entusiasmadas para ver al hombre detrás del personaje que adorábamos y tener aunque sólo sea un autógrafo.

Los mismos en quienes estaban pensando salieron del comedor en donde habían ido a desayunar estaban alegres y bromeaban con varias personas que parecían ser sus coordinadores del evento. Al pasar me vieron y saludaron con las manos e invitaron a ir con ellos, cuando les iba a contestar una serie de estornudos me detuvo y les pedí disculpas nuevamente, se despidieron y entraron al lugar destinado para ellos, y escuche el recibimiento con fuertes aplausos y griteríos en eso llegó Ángela.

- Toma Bella las llaves, es en el quinto piso habitación 425, yo iré a traer nuestro bolso de la librería en donde los dejamos.

- Bueno…iré aho... ashisss Dios.- me di vuelta y empecé a caminar hacia el ascensor. Aquellos que estaban ocultos detrás de los pilares a medida que caminaba sentían mis pies como dormidos ya .De seguro el efecto de las pastillas. Casi no podía hilar los pensamientos creo que el efecto del analgésico se mezclo con el anterior que había tomado.

Llame al ascensor cuando este se abrió, volví a estornudar y como mi rostro lo enterré en mi brazo al entrar al ascensor choque con la persona que salía., bueno lo siguiente fue que caí tan fuerte que mis posaderas iban a tener un cardenal. Eso lo podía asegurar y lo peor es que el estornudo se hizo más continuo…

- Por Dios…- dije, cubrí mi rostro con las manos, ahora se había sumado un martilleo incesante, no atinaba a levantarme ni a mirar a la persona parada al lado de mi espalda, pero sentí como me tomo de las axilas y con un impulso me levanto, casi en el aire, mis pies tocaron el suelo, pero, en vez de mirarlo, hice una mueca y fisione mis glúteos, me dolían.

- estás bien…- parecía preocupado el joven.

- si….Ashisss- Cuando le iba a agregar algo más, no pude hablar, estaba en baja. Necesitaba urgente llegar al dormitorio y al baño. Un revoltijo en el estomago, me avisaba que también una migraña, llegaba como saludo y acompañante de esta gripe.Bien Bella me dije. Te has quitado la lotería, todavía sin mirarlo camine y me sostuve contra la pared al lado de la puerta del ascensor.

- Se te ve un poco indispuesta… ¿el golpe te hizo eso?

- Oh no te preocupes, - mi mano apretó mis ojos, para mitigar el dolor.- me lo gane afuera con la llovizna y mis ganas de tener un auto…- en ese momento mire a mi interlocutor, y mis cuerdas vocales quedaron congeladas, frente a mi estaba él…¡él!- Dios…- le dije…- no te preocup…- bueno de repente mis piernas ya no quisieron seguir las ordenes de mi estúpido cerebro que en ese momento decidió hacer un corto o tal vez el efecto de la pastilla lo estaba bloqueando…- Me hubiese .en... no - me di vuelta hacia el ascensor- creo que debo .subir- entre y en mi interior , llore de la rabia, no podía pasarme esto a mi me estaba alejando de mi ídolo porque si quedaba un momento más le iba a vomitar encima por Dios .que no lo permita, cuando apreté el botón para cerrar, y me recosté por la pared del ascensor, y él entro conmigo, lo mire atontada.

- Pero ¿qué hace? le están esperando en el salón…- se encogió del hombro

- enseguida volveré en ese mismo momento su celular hizo un pitido y él lo abrió contestando al momento.- Ya esta avise que en seguida bajo ¿en qué piso esta?,…- miro el panel- ya… lo veo….es el quinto nosotros estamos en el noveno.

- Ahhh.- se abrieron las puertas y me asome a penas.- le estaba ordenando a mis piernas caminar lo más digna posible, pero entre el dolor de cabeza, garganta y el revoltijo del estomago…creo que no sabía a que tomar en cuenta cerebro estúpido… y tonto resfrío Dios…me estaba acompañando que tierno y yo ni siquiera podía valorar como era debido su presencia, en cuestión de segundos, me tomo de la cintura y me acercó a su cuerpo, pegándome a su costado, , agradecí el gesto era muy atento…yo una perfecta extraña. Era socorrida por Edward Cullen.

- ¿Que habitación es?- pregunto despacio. Su acento me enloqueció…

- Espera no recuerdo.- tome la llave y mire o lo intente no podía enfocar- me quito las llaves de la mano y camino despacio, llegamos a una puerta e insertó la llave, y me dejó en la puerta.

- Bueno te dejo. ¿Cómo te llamas?

- Bella Swan.- tome las llaves de su mano- gracias y nunca voy a…- no termine de decirlo y Salí volando hacia el baño.- adiós a una romántica despedida si Bella nunca te va a olvidar.

Me encerré en el baño y pase unos interminables minutos…dentro.

Cuando Salí. Ya no estaba me dejo la llave sobre la cómoda de la habitación y sobre un papel su autógrafo. Con una nota.

Sentí mucho haber sido el causante de esa gripe.

Y espero verte en el estreno y si no puedes ya sé que es por causa de fuerza mayor.

Alguna vez espero volver a verte.

Edward Cullen…

Me gusto tu nombre va contigo eres Bella

Ángela volvió…muy preocupada, pero con un buen baño y arropada en la cama…me sentía un poco mejor.

Le conté lo sucedido y casi muere de la impresión, pero me recomendó dormir al menos esas cinco horas, hasta el estreno, frente al Hotel estaba el centro comercial con las salas de cine, como ya teníamos las entradas, era lo mejor. Me pidió que verdaderamente descanse y ella bajaría al salón de conferencia.

Le agradecí y me dormí mucho antes de que la puerta se cerrase.

- Bella…despierta ya son las 6 de la tarde - la mire mi dolor de cabeza había pasado, pero estaba congestionada - en una hora es el estreno yo iré a formar la fila .te espero allá voy a guardarte el lugar, báñate y ve a acompañarme.- ya salía .pero se dio la vuelta y me miró…- le saque la foto a Edward llegue para la conferencia estaba guapísimo ¿pero eso ya lo sabes no?- bueno apúrate, y paró de llover.

Me levante la gripe estaba en mi cuerpo pero no me vencería. Me puse mis jeans azules y varios abrigos tenían frío.

Salí hacia el ascensor, mi reflejo en las puertas metálicas me dijo que al menos ese sueño reparador, me había hecho bien; se abrió las puertas y dentro estaban todos los chicos del elenco, me quede sorprendida, pero cuando iba a entrar un personal del hotel, puso su mano frente a mí.

- Disculpe señorita.- una sonrisa apenada le acompaño- ¿Podría esperar el próximo?- retrocedí y asentí, no tenía problemas en eso vi como Edward se dio vuelta y me miró, una sonrisa de reconocimiento le cruzo la cara.

- ¡Espere!.. La señorita puede subir también…- el empleado del Hotel lo miro y se hizo a un lado, todo en un instante- pasa Bella…- sorprendida me acerque. A ellos, que se hicieron a un lado

- Gracias…

- Ah...no te preocupes de seguro conoces a Alice, Jacob, Jasper- estos saludaron….muy cordiales

- Si nos quitamos unas fotos con ella y su amiga.- Alice fue muy amable en recordar aquello.- ¿entonces ella era la chica que ayudaste?

- Si.- y me miró- ¿pareces un poco mejor?

- si gracias las pastillas que tome me hicieron efecto es por eso que ya estaba un poco mareada.- trate de explicar mi atroz comportamiento.

- ah…yo me imagine que el gran carisma de nuestro amigo te había hecho efecto- un rubor me recorrió el cuerpo entero cuando los ojos hermosos, de ese verde increíble me recorrieron de arriba abajo en forma apreciativa y luego le hicieron una mueca a Alice.

- Basta Alice deja de ser pesada., la pobre no sabe cómo eres.

Cuando iba a replicar para defenderme las puertas del ascensor se abrieron.

- Por aquí por favor.- dijo el empleado a ellos - Salí y los vi caminar, pero Edward se dio vuelta y me miró.

- Nos vemos allá…- y fue prontamente con sus compañeros.

Mi corazón entro nuevamente a un ritmo normal.

No podía creer en mi buena suerte…dos encuentros yo Bella hablando con él.

Salí del Hotel y vi a Ángela, camine presurosa, cerrando bien mi abrigo, hacia frio, pero las puertas se abrieron y empezamos a ingresar…

La película estuvo hermosa, él estuvo magnifico, y hubiese querido esos labios sobre los míos, sólo pensar en su boca…me hacia delirar. Al finalizar se prendieron las luces y no podía creer, ellos se pararon, no sabíamos en qué momento ingresaron al cine pero estaban al frente, todos deliraron cuando se pararon y subieron al escenario del cine que era como un mini teatro.

El delirio de todas nosotros hizo sonreír, a los integrantes del elenco.

Uno de los representantes pidió silencio.

- Bueno esta noche es especial conseguimos que nuestras estrellas vengan a acompañarnos y ahora cada uno de ellos elegirá a una persona para posar en la foto publicitaria de fans de la serie. Empezamos con la dama- se dio vuelta y miró a Alice.- ¿Alice Brandon a quien elige?

- Bueno.- con una sonrisa ella miró al público y señalo- aquel el de la chaqueta marrón y parches negros, tiene pelo rizado- todos se dieron la vuelta cuando un joven salto emocionado y bajo corriendo,

- Ahora Jasper W.- el también eligió y una chica muy feliz grito y corrió tirándose a sus brazos todos reímos emocionados.- Jacob…- también eligió y esa del público largo lagrimas de felicidad.

- Y para cerrar el señor Edward Cullen- se paró al lado de él- muy sonriente camino hasta el frente, recorrió a todo el público , buscando, saludando con la mano, mi corazón estaba re emocionado, feliz de aquella que el eligiese., sus ojos seguían por el auditorio, hasta que nuestras miradas se encontraron, me sonrió-

- La señorita de jeans chaqueta negra de cordero, pelo marrón y bonitos ojos marrones, y me señalo con el dedo, Ángela grito emocionada y me empujo porque mis piernas no se movieron, baje caminando lentamente, pero sin apartar mis ojos de él.

Era bellísimo, su boca, Dios había deseado besarlo al ver la película, pero ahora quería devorarlo.

- Bueno señoritas y señor pasaremos a posar

Las fotos fueron interminables, algunas chicas, encargadas, vinieron a maquillarnos para salir bien en las portadas.

Edward se portó de lo más bien atento, todo amabilidad.

Al terminar la sesión, les pedí la dirección, pero ellos solicitaron la mía para enviarme copias de las fotos.

Agradecida sobremanera, mire a Ángela que se había mantenido todo el tiempo sentada y en silencio durante las fotos.

Cuando me disponía a marcharme, sentí unos dedos que me tomaron de la mano.

- Bella espera no te vayas todavía.- se dio vuelta y hablo con sus amigos y luego se acerco a mi- quieres cenar conmigo…ellos irán a una discoteca o ¿vos quieres ir también?

- No no puedo mi gripe en serio está en mi.- lo mire ¿cómo lo diría? .ya EMBOBADA si esa era la palabra.- pero me encantaría cenar contigo.

-Bueno nos vemos en el hotel te iré a buscar en media hora ¿está bien?- por supuesto que mas que bien, me di vuelta y Salí corriendo con Ángela…le conté lo que pasó y mi amiga se puso más emocionada todavía. Pero me di cuenta que no tenia ropa, pues no había traído mas muda, por lo que me conformaría con lo que usaba, volamos al hotel, a retocarme un poco mi pelo y a esperar su llegada.

En media hora, alguien toco mi puerta, era él, y estaba vestido con unos pantalones negros, zapatos deportivos Adidas, camisa a cuadros pulóver y chaqueta negra.

- ¿Nos vamos?- asentí con la cabeza.

- Quiero que me disculpes por mi atuendo.- me excuse con él. No quería que pensase que no me importaba salir con él.

- No te preocupes mi Bella estas hermosa.

- Gracias- me fascinaba estar asi era un sueño…solo aquellas que soñamos con una cosa así de imposible…sabemos lo difícil de la situación, mejor dicho lo imposible que pueda ocurrir algo como esto….pero aquí estaba yo. Había vivido siempre prendida de una ilusión y llevándola a cabo en sueños pero hoy se daba, estaba con él. No era una mera historias de mis Fics. Lo veía en carne y hueso.

Llegamos al comedor del Hotel nos esperaba una mesa.

- Pensé que por tu gripe no valía la pena salir al frio.

- Gracias por pensar en mi.- me enterneció su gesto.

Hablamos de muchas cosas, no me recuerdo detalladamente de todo pero fue extraordinario pasar con él esas dos horas preciosas.

Al terminar estaba muy nerviosa yo no quería decirle adiós…pero era ya muy noche, por lo que nos levantamos de la mesa y caminamos lentamente al ascensor, pulso mi piso y se dio vuelta y me miró.

- Bella me pareció refrescante tu compañía no creo poder olvidarte- lo mire muy fijamente como él lo hacía, y al mismo tiempo nos acercamos y en un segundo mi boca tocaba la de él, dios su boca era deliciosa, tenía el sabor, de una mezcla de la cena y la bebida, pero también tenía su gusto propio, no hubo timidez en este beso, yo por mi parte, no perdía nada al contrario cumplía un sueño que lo tenía siempre conmigo, su mano tomo mi espalda y lo acarició como si fuese la ultima reliquia del mundo., se abrieron las puertas y nos separamos, pero nuestros ojos no perdieron contacto.

Como si una pregunta hubiese estado flotando en el aire, el me dijo.

- vamos a mi habitación…estaremos solos.- no conteste sólo lo tome de la mano y me acerque a él y su brazo me envolvió por los hombros.

Ya en su dormitorio, las ropas volaron pro todos lados yo lo miraba a él y el no apartaba la mirada de los míos.

Al quedar sin nada encima nos acercamos y abrazamos…mi boca nuevamente fue invadida, saboreada, lamida. Dios y sus manos no paraban tomaron mis pechos, presionaron en sus cimas, y luego su boca caliente se prendió de ellos y los empezó a lamer, con cada movimiento de su lengua sentía que no paraba de mojarme, estaba preparada para él. Lista para que hiciera conmigo lo que quisiera, caímos en la cama, su lengua bajo desde mis pechos hasta el ombligo para luego desviarse hacia mis caderas recorrer mi ingle y volver a desviarse hacia mi vientre, en un movimiento de su mano me dio vuelta y quede acostada sobre mi estomago, me situó en medio de la cama , aparto mi pelo de la espalda, y con su lengua recorrió mi columna hasta llegar a las caderas, su lengua recorría todos los hoyuelos formados por los huesos de la cadera y espalda baja, me insto a ponerme de rodillas, temblé.

no sabía lo que pretendía , pero me animaba a todo, desde atrás su lengua toco mi botoncito, y recorrió mi labios íntimos, mis rodillas hicieron un juego temblorosos como si no pudiesen sostenerme, muy lentamente sus dedos, se introdujeron en mi, realizando unos movimientos increíbles que me hacia desear mucho más, al siguiente, lo tenía dentro , y lo hizo con un movimiento preciso, que pensé que atravesaría todo mi cuerpo, apoyo su torso en mi espalda y su mano rodeo mi cintura y me acarició suavemente en forma inicial , para luego acelerar al ritmo de sus envestidas…

Con cada movimiento sentía que me derretía, que estaba por entrar en ebullición.

Al terminar con un orgasmo impresionante lo sentí totalmente acostado sobre mi espalda y luego giro llevándome con él y nos quedamos acostados.

- Dios Bella…no creo poder olvidarte…

- Ten por seguro… Edward yo a ti jamás te voy a olvidar…

Esa noche lo volvimos a hacer dos veces más… luego me acompaño hasta mi dormitorio. Con Ángela nos quedamos dormidas cuando salimos del Hotel ellos ya habían partido. Jamás me iba a olvidar….nunca olvidaría ese estreno de Eclipse significo uno también para mi vida.

En mi blog levantamos las fotos de la entrevista y del estreno.

También por correo me llegaron las fotos publicitarias, quedaron hermosas, pero por las noticias me entere que Edward no pudo seguir con la gira había pescado una terrible gripe sonreí la culpable de seguro fui yo los besos compartidos, esas caricias, aparte de ternura aparte de entregarle mi amor incondicional, compartí con él mi gripe…

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El viernes publicó deseos obscuros para los que me lo han pedido pero ya que hoy era dia de primeras y me hermanita Irene regresa hasta el domingo pues pensé que debia publicar esto que ya llevaba mucho tiempo guardado y es de mi compinche de los blogs, la lindisima Rochie, a la cual encuentran haciendo clic en su nombre.

Los quiero, siento haberme alejado del blog.

 Mil besos