Nuestro aquelarre

1 de noviembre de 2010

Primeras Malas Decisiones



Tú besas, yo beso, nosotros besamos...

By: Isabella

Jasper pasó a mi casa muy caballeroso, iba vestido con un pantalón de casimir y una camisa de vestir blanca que le quedaban muy bien. Yo, después de mil atuendos me había decidido por un vestido rojo escarlata que tenía en mi clóset. En realidad, al principio, me negué rotundamente a ponérmelo, pensando que era demasiado atrevido y opté por uno color champaña sin escote alguno, con cuello redondo y mangas largas, que cubría casi toda mi piel desde mi torso hasta mis rodillas pero, al final, Jasper me texteó diciéndome que Irene se vestiría de ese color, y yo, queriendo verme distinta me lo quité sin pensarlo siquiera.


Mis otros vestidos (uno rosa, uno plata, uno negro, dos aquamarina, y uno verde) estaban en la tintorería por lo cual me quedé con el rojo provocador.

El vestido era rojo (como ya dije) con escote en los hombros, dejando ver los huesos de mi clavicula y en la parte trasera, llegando hasta el fin de mi espalda. Tenía distintas capas de tul lo cual le daba un movimiento especial al aire libre y me llegaba a media pantorrilla. No tenía mangas y contrastaba de forma notable con mis ojos negrísimos (pintados con sombra gris), con mi piel aceitunada pero lo mas pálida posible, mi pelo largo y obscuro…

Tenía, ya hecho, un chongo muy bien recogido, donde sólo se escapaban unos mechones de mi flequillo, aplicado rímel, base, y los labios pintados con brillo pero rojísimos (su color natural). Al verme en mi espejo me parecí demasiado atrevida, por lo cual, sintiendo la brisa del exterior, viendo el cielo nublado, y el tremendo escote que llevaba, me puse mi abrigo encima. Asi bajé a abrirle a Jasper antes de que alguno de mis padres o la muchacha lo hicieran.

Pasó en un coche espectacular, del tipo del de Edward, y estaba, por supuesto guapísimo pero yo, tonta como siempre, no podia dejar de pensar en Edward.

El me había dejado muy en claro que era una persona non grata en esa cita, y no podia, dejar de soñar despierta con esos ojos suyos, como dos gotas de miel traspasándome de la forma más cruel durante todo el tiempo.

Llegamos a la colina, y yo seguía nerviosa, aunque, claro, era más llevadero con Jasper al lado, siendo tan amable como siempre lo era. El comenzó a explicarme la historia de los Beatles, como empezaron tocando en Liverpool de adolescentes, sin siquiera soñar con llegar a ser lo que un décimo de lo que eran…

Cuando ellos llegaron. Aun no los veía pero, podia oír la voz de Edward cerca, y su mirada clavada en mi espalda. Intenté tranquilizarme.

"Basta Sofía"

Me regañe a mí misma.

Pero entonces, cuando comenzaba a despabilarme otra cosa me atacó…

Ahora bien, yo les he contado, ya, antes que, Irene no estaba nada mal, pero aquello era pasarse de la raya. Llevaba un vestido champan (tal como Jasper me dijo) y yo podría decir mil cosas, como que era excesivamente escotado, o demasiado vulgar para una chica de familia, pero, sinceramente, todo eso no serviría de nada, porque la chica, muy a mi pesar, se veía esplendida.

El escote era inmenso, por lo cual sus enormes senos parecían desbordarse de las pequeñas tiras de tela que los cubrían, su cintura pequeñísima, en comparación con sus pechos y caderas, estaba totalmente ceñida por la tela, sin un solo exceso de grasa que ocultar y la caída alargaba sus piernas cortas, pero de buenas proporciones. Su piel (pálida) quedaba muy bien con el tono del vestido.

Creo que, si yo hubiera sido ella, tal vez, me hubiera puesto una sombra más obscura, y unos zapatos más altos (además de, está claro, haberme arreglado esa maraña tipo Alice que la chica tenía por pelo) pero, no le hacía falta, asi, ya se veía fantástica. Y claro está que, si yo pensaba eso de ella, los chicos (Jasper y Edward) debían de verle perfecta, súper sensual...

Me saludo con sendos besos en las mejillas y aunque se los correspondí, me sentía algo pandeada, como fuera de lugar.

Yo sabía que era bonita, delgada, de buenos modales, culta… pero, ese no era mi sitio. Cuando el documental comenzó, Irene salto como una niña, hasta llegar a Jasper el cual, con una sonrisa en los labios enorme, se veía tan infantil como ella.

Se les notaba a leguas la emoción que les causaba y me sentí mal por no actuar ni un poco como ellos, aunque Edward, parecía pasársela tanto o más mal que yo.

Mientras me esforzaba por no lucir muy aburrida me di cuenta de que, Edward me observaba de reojo, pero no enojado, sino como muy atento, aunque de vez en cuando lanzaba un bostezo al aire.

Eso me inquieto a sobremanera, por varias razones, y comencé a cavilar sin darme cuenta sobre ello. Por un lado, pensaba que él, estaba aburrido por verme, como si sus bostezos fueran una señal para mi, y eso me ofendió, pero en parte, no podia dejar de pensar, que, tal vez él, tampoco se la estaba pasando muy bien con la proyección y me volteaba a ver, porque le interesaba.

Asi que, se convirtió en un concurso de miradas la noche para mí. Yo le lanzaba un vistazo a través de mi cabello y cuando pensaba que se voltearía me volvía, creyendo que no se daría cuenta.

Pero, ya casi al final del documental, se me paso la mano. Estaba pensando en lo guapo que se veía esa noche con la camiseta azul que llevaba, en el color tan intenso de sus ojos, en la suavidad y el buen olor que debía desprender su cabello al tocarlo… si tan solo pudiera pasarle la mano por unos segundos… Y entonces me descubrió. Vio en mi dirección, me guiño un ojo y sonrió. Yo me sonroje al instante, y consciente de que tanto Irene como Jasper estaban tan ensimismados en ellos mismos y en el filme me acerque hacia él. Nos separaban solo un par de metros y Edward también se inclino hacia mi…

Faltaban un par de centímetros para que, nuestras bocas se encontraran. Ya casi podia saborear sus labios, y se me vino a la mente una parte del Cantar de los Cantares (un texto bíblico) que decía algo como "bajo tu lengua hay miel y leche".

Nuestros labios se rozaron por un segundo, y entonces, mi conciencia saltó y me separé de él, sintiendo que los labios me dolían por este acto.

— ¿Por qué haces esto? —repliqué—. Tú estás con ella.

—Lo sé pero tú me gustas… mmm… no sé… yo la amo pero cuando estoy contigo…

— ¿La amas? —le cuestioné con dolor en la voz—. No te entiendo, si la amas deberías de…

—De serle fiel ¿no es asi? Pero, créeme Sofía dar consejos y seguirlos no es lo mismo.

—lo sé pero si yo fuera tú…

—Si tú fueras yo ¿Qué? —se apresuró a decir—. Tú has venido a esta cita con Jazz y aun asi estás aquí, besándome ¿no? Asi que no me vengas con ese cuento de caminos.

—Sus…

Iba a defenderme diciéndole que no era lo mismo, que yo no era novia de Jasper, que nos acabábamos de conocer pero, yo había venido a la cita con él, y sabiendo que Irene estaba con Edward lo besé por lo cual no era mejor persona que él.

Con todo y eso, me sentía ofendida por sus diatribas y, más sonrojada que antes, decidí, pedirle a Irene que me llevara al tocador, asi podría, esconder mi cabeza ahí hasta el fin del documental y salir con alguna excusa, para que Jasper me llevara a mi casa rápido.

—Discúlpame Irene ¿sabes dónde está el baño? —Le pregunté, intentando ser paciente.

—Si claro, pero ¿no puedes esperar un momento, ya casi termina?— me pidió, pensando en ella misma, tal vez por eso hacia buena pareja con Edward.

Me sonrió y no pude evitar bajar la mirada, apenada de haberla juzgado de tal modo, sin pensar yo también en alguien que no fuera yo.

—No, tú disfruta de la peli, yo la acompañare—dijo Edward de pronto, seguido de que Irene, que con un suspiro pesaroso se había parado de su asiento volvió a sentarse, con una enorme sonrisa, de seguro pensando en que había hecho para merecer un novio tan bueno.

Ja, si supiera…

Me volví con cara de perrito a punto de regañar, esperando que alguno de los dos lo notara, pero tanto Jasper como Irene estaban tan inmersos en el filme, que ninguno de los dos nos prestó la mínima atención. Me pare, de mala gana pero sin otra opción y seguí a Edward hacia los baños.

No dijimos una palabra en el camino, y yo intentaba, ir lo más alejada de él posible. Mi plan inicial era, quedarme los 10 minutos que le podían restar al documental pero, aquel baño, tan improvisado estaba impregnado de un aroma, de lo menos agradable, y después de unos 6 minutos no soporté mas y salí de allí.

Edward me dio una mirada curiosa cuando salí del baño. Después formo una sonrisa torcida mientras me llamaba con un ademán. Cuando llegue a él no pude evitar sonreírle, pensando en que, sea como sea éramos el y yo, solos.

Nuestro caminar fue lento, como si, entre ese silencio que se entretejía entre ambos hubiera algo en el fondo, como una sensación de bienestar al estar juntos…

Al llegar a los asientos, me lleve una sorpresa tremenda, al ver que, no solo el filme había concluido sino que, nuestras respectivas parejas no estaban.

—¿Edward? —lo llamé, esperando que el supiera el motivo de esto.

—¿Por qué no están Irene ni Jasper? —gruñó, dejando ver que no le gustaba que estos estuvieran solos.

—No lo sé pero mira, allá van pasando unas patrullas.

Tardé mas en balbucear las últimas palabras que él, en correr hacia ese sitio que le señalaba. Mientras me quede parada, sin saber qué hacer.

Después de un par de minutos, Edward regreso, para decirme que, al parecer Irene había manchado el vestido de otra chica, ella se enfureció y Jasper termino liándose con el novio de esta. Luego, obviamente por "disturbio social" llevaron a las respectivas parejas a rendir declaración a la procuraduría, que estaba a un par de minutos de ahí.

Aunque Edward quería llevarme a mi casa, y ya luego regresar por ambos, yo insistí en ir con él. Realmente me sentía muy culpable de que, mientras que nosotros estábamos en "algo" por decirlo asi, ellos, por un accidente de seguro terminaron rindiendo testimonio.

Y creo que, Edward se sentía tan mal o más aun que yo, porque al final acepto llevarme con él.

Una vez en aquel edificio tan frio y espantoso Edward se dirigió inmediatamente con el encargado del sitio para convencerlo de que dejara salir a ambos, y sin la menor marca en su expediente.

Este no parecía ceder, pero, pude notar, como, con la mayor discreción Edward se metió la mano en uno de los bolsillos, de seguro buscando algo para "ayudar a su causa" y me tranquilice.

Aun asi, le debía una disculpa tanto a Irene como a Jasper, y decidí ir a barandilla, a buscarlos.

El policía se mostraba renuente en dejarme pasar hasta que un infortunio me ataco. Intente subir un poco más el zipper de mi abrigo y este se descompuso, dejándome con el abrigo abierto.

Pude darme cuenta claramente de la desfachatez con la que el agente miraba mi pecho descubierto y, al volverle a decir que, por favor, me dejara pasar aunque fuera un minuto adentro el me respondió con voz lasciva, y sin despegarme la mirada de encima:

—Sí, pero solo si me deja su abrigo.

Estuve a punto de decirle hasta de lo que se iba a morir, pero escuche un llanto provenir de adentro de la reja, y pensando que podia ser Irene, y sintiéndome, además la culpable de todo me quite mi abrigo y se lo tendí al sujeto, sin verle.

Al caminar por la reja, podia sentir los ojos de él y de otros tipos, que me silbaron al pasar sobre de mi, desnudándome (ja, como si no me sintiera ya incomoda) pero era por una buena causa, me repetía para no detenerme.

Y, cuando llegue al sitio donde se encontraban Jasper e Irene, me lleve un buen chasco.

Ellos, no estaban precisamente en una de las rejas, sino en una sala tipo oficina con sillones y todo, de esas que, se reflejan por fuera y donde, los demás te ven y tú no puedes verlos (lo supe por el material de esta, la ubicación, y el letrero que tenia afuera)

De seguro ellos no sabían, porque ella seguía llorando, conforme intentaba cubrirse el pecho, el cual solo contaba con retazos de lo que había sido su "hermoso vestido" Jasper estaba tenso, pero después de un poco de conversación se acerco a ella para abrazarla. Se besaron, comenzaron lentamente, con los ojos cerrados, de forma tierna, y luego, su beso comenzó a subir de tono.

Jasper se separo de ella, y empezó a hablar, pero Irene volvió a buscar su boca, y lo beso de nuevo.

Salí de ahí, sin querer ver nada mas, pensando en lo estúpida que fui. A mitad del camino me encontré con Edward, el cual, abrió los ojos alarmado, al ver, detrás de mí, a su adorada Irene, con el vestido deshecho, los ojos corridos de rímel, la boca manchada de labial… ya saben, hecha un desastre.

Jasper le seguía, con el rostro inexpresivo. Irene, sin la menor vergüenza se echo a los brazos de Edward, mientras sollozaba mas.

Esta vez, no tenía el menor arrepentimiento. Para llevarme a casa, surgieron un par de inconvenientes, porque Jasper había dejado el carro aun en la colina, y yo, tenia toque de queda.

Edward, quería que, Irene llegara lo más pronto posible a su casa, por lo que accedió a, que Jasper la llevara a casa y él, iría por el auto de su amigo, para llevarme a la mía.

Me dejo su chaqueta, para que me tapara el frio (había olvidado pedirle mi abrigo al policía pervert) y se fueron.

Irene iba abrazada de Jasper al salir, y no dude que, de seguro, fueran a ponerse "afectuosos" en el camino a casa, de seguro ella le ponía el cuerno a Edward con Jasper.

Asi que, tal vez como forma de venganza (por lo que ella me hizo) cuando Edward llego de nuevo a la procuraduría, lo primero que hice al entrar al coche fue lanzarme a besarle.

Parecía indeciso al principio, pero, al notar el arrebato de mi boca, me siguió, de forma más dulce.

Y esa venganza, que pretendía alzar en contra de Irene se convirtió en un beso perfecto, en todas las facetas posibles, donde nuestros labios parecían estar sincronizados con el latido de nuestros corazones. Se convirtió en el beso más tierno, más intenso, más irreverente que había tenido en toda mi vida…

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Hola chicos, pues, despues de mucho... tiempo aqui esta el sig capi, que corrio a mi cuenta, espero que su espera les haya valido la pena, recuerden que tamb se publica en el blog de mi cole Irene, y que, sus coments, son muy importantes para ambas, asi que, no duden en decirnos que les parecio

xoxo

3 comentarios:

Irene Comendador dijo...

Mi reina que bonito te quedo el blog, me gusta ese fondo que pusiste
Solo pasaba para dejarte un regero de besos, jajajajaj, que te quiero millones

Dios!!!! que bien te quedo este capi, mmmm, es que me lo habre leido ya al menos diez veces, ajajajaj

siempre tuya
Irene

mensajes claro dijo...

Un beso siempre dice mucho.

..*D!¡ana: dijo...

...Hola mi sexy madrinilla, espero que te encuentres bien, disculpame por no haber leido antes primeras malas pero de veras he estado muy ocupada y hoy fue que pude utilizar un ratillo el internet :D oh dios!!! ya veo, por una parte, que la venganza es dulce, jajaja ahora me interesa mucho saber como terminara esta magnifica historia, ya que, no me cansare de decirlo, ustedes, tu y la linda Irene, forman un dúo sensacional *-* sigan asi las amo, ustedes fueron las primeras en leerme y brindarme apoyo en la blogsfera y sin su ayuda nunca hubiera mejorado no ubiera podido emprender preparada este camino en donde expongo con palabras y frases situaciones, novelas, pensamientos, poemas...Debido a esto nunca (never in my life) me cansare de decirte GRACIAS!!!...Sabes mi madrinilla estoy muy feliz porque al parecer aprendere a tocar violin, y según como vaya aprendiendo, para julio del año que viene, hare una audicion, con una amiga, para la orquesta sinfónica y eso me causa mucha alegria y espero lograrlo...Cuidate mucho, te extraño y sabes que nunca pierdo la esperanza de algun dia conocerte..

Cuidate&besillos...
Att:..*D!¡ana.